Terminar una relación.
Cuando se termina una relación, en algún momento comienzan las reflexiones. O debería ser así para evaluar como esta una, qué cosas nos dañaron y porque, qué cosas no volveríamos a hacer y qué cosas positivas nos han quedado de la relación. Estoy en ese momento. Soltando de a poco, lo reconozco, me cuesta un poco liberarme y liberar a la otra persona. Salir de la vida de a quien se amó, no es fàcil. Por mas que una haya tomado la decisión, pero al final no tiene tanta importancia de quien dió el paso. Desde el lugar que nos toque soltar vamos a sufrir. Creo que hay sufrimientos que una elige vivir porque sabemos que vamos a crecer con ellos, vamos a florecer y reflorecer. Y el decidir dejar una relación es uno de esos sufrimientos elegidos, otro sería mudarse de casa, o de país. Se hace con ilusión, con nuevas metas y proyectos, con ganas de cambio, pero conlleva sufrir. Adaptarme a mi, solo a mi es un ejercicio duro, no es sencillo estar con una misma. Hay veces que en casa me siento una leona enjaulada, y trato de relajarme cocinando por ejemplo, ocupándome de cosas que antes tenía abandonadas o simplemente tirandome en el sofá. O saliendo un rato. El trabajo de reconocer a la niña interior o a la adolescente interior me ayuda muchísimo a posicionarme como adulta. Cuando estas dos están descarriladas como una niña que le han quitado su muñeca, o como una niña que quiere jugar con su papa y él no esta, o como aquella adolescente que cree que el mundo está contra ella porque no la dejan salir con sus amigas, es cuando la Laura adulta comienza un dialogo terapéutico para que se calmen y así la adulta toma las riendas de la situación. Cuando logro esto, todo esta bien. Las emociones con su punto de dramatismo se aplacan y surgen las emociones reflexionadas y me doy cuenta que nada es para tanto. Tengo el control de mi vida.
En un espejo, me escribo frases. Frases que me ayudan a ubicar las emociones, a no despistarme o distraerme.
¡ Es que no me puedo permitir un recreo! Me boicoteo y a la mierda todo el trabajo.
¡ Es que no me puedo permitir un recreo! Me boicoteo y a la mierda todo el trabajo.
Hoy voy a vivir mi vida
Hoy voy a depender menos
Hoy voy a pensar solo en mi
Hoy voy a hacer lo que tenga ganas
Cuando me relajo y me aflojo me pisoteo el trabajo hecho. No me culpo ni me tiro a lo perros, ni me siento la peor de todas. Noooo eso no. Solo empiezo de nuevo, no pasa nada si caí otra vez en situaciones que me hacen sentir mal, o me expongo a situaciones que no me convienen. Reuno a la niña y a la adolescente, hablo de nuevo con ellas y tomo el control. Y lo bueno, lo positivo es que pueden pasar dos cosas, que no vuelva a caer mas, que ese sería el superobjetivo o que la proxima caida sea mucho mas alejada en el tiempo.
Evaluar o reflexionar qué cosas, situaciones o personas me convienen o no, es la vara mas leal a mi misma que he conseguido para evaluar que momentos y con quien o quienes quiero experimentar, disfrutar y vivir. Esto me ayuda a pensar en mi y tener en cuenta lo que necesito para mí. Dejar de pensar hacia afuera y pensar hacia adentro. Dejar de pensar en lo demás, dejar de hacer cosas para agradar a los demás, dejar de no ser yo por el miedo a que no me quieran o no me acepten. Cuando pienso en mi y hago cosas para mi, me relaciono con mas seguridad, independencia emocional y amor propio.
Y eso es lo mejor que puedo dar en mis relaciones.
Comentarios
Publicar un comentario